El pasado 23 de abril celebramos el segundo webinar del ciclo sobre urbanismo cuidador, que en esta ocasión estuvo dedicado a ofrecer claves para generar un urbanismo que permita la accesibilidad universal: un urbanismo que permita la igualdad de oportunidades y el ejercicio de sus derechos a todas las personas y, en particular, de las personas con discapacidad, puesto que la discapacidad surge de la interacción con el entorno.
Como recordó en la presentación Javier del Monte, que forma parte de la Oficina Técnica del proyecto Coslada-Tibás, para lograr que nuestras ciudades sean accesibles es fundamental aplicar un enfoque integral y multidimensional. La ciudad incluye “infraestructuras, servicios, en ella se pasea, se oye, se ve, se intuye, se disfruta y cualquier actividad que se desarrolla pasa por toda una cadena de acciones, por eso hablamos de la cadena de accesibilidad”.
El webinar contó con tres miradas distintas y complementarias sobre la accesibilidad procedentes de Costa Rica y España.
La accesibilidad como derecho y derecho a la ciudad
Nicole Mesén Sojo, política y conferencista internacional, regidora suplente en la Municipalidad de Goicoechea (Costa Rica), período 2016-2020 y 2020-2024. Activista de Derechos Humanos y Ambientales. Expresidenta Nacional de Juventudes, período 2018-2019
Nicole Mesén, ofreció una ponencia dedicada a “La accesibilidad como derecho y derecho a la ciudad” desde su propia vivencia como persona en situación de discapacidad. Como reconoció, “el tema de la accesibilidad me pasa por el cuerpo todos los días desde que nací”.
Esta experta planteó su exposición desde un enfoque de derechos. Recordó que la accesibilidad es un derecho humano universal y que el derecho a la ciudad, más reciente, “es el derecho de todas las personas a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”.
Además, como punto de partida para comprender las medidas que se deben adoptar para lograr la plenitud de derechos de las personas con alguna discapacidad, subrayó la diferencia entre el “diseño universal”, pensado para todas las personas, y el diseño especializado que requiere la accesibilidad, que implica adaptaciones muy específicas para personas con necesidades específicas.
En su exposición compartió multitud de ejemplos para visualizar, muchos de ellos basados en su experiencia personal, para visualizar qué medidas concretas se pueden adoptar para lograr ciudades cada vez más accesibles.
La ciudad paseable
La siguiente ponencia del webinar corrió a cargo de Carlos Rodríguez Mahou, arquitecto y funcionario del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT), profesor de posgrado en accesibilidad universal en distintas universidades y organizaciones con experiencia en cursos y conferencias relacionada con la accesibilidad en arquitectura y urbanismo.
En su presentación, compuesta por múltiples imágenes recopiladas en distintas ciudades, ofreció “un paseo por la geografía de España con situaciones reales”, un paseo que utilizó para para diagnosticar necesidades y proponer mejoras en materia de accesibilidad que tengan en cuenta la diversidad de las personas que habitan la ciudad.
“La ciudad es un espacio muy versátil, tiene que dar respuesta a muchísimas necesidades y en las que la accesibilidad es un concepto que no se introdujo hasta mediados del siglo pasado”, recordó. Esto da como resultado multitud de situaciones en las que las personas encuentran obstáculos para moverse por ella: aceras demasiado estrechas, vías priorizadas para los vehículos…
Carlos Rodríguez mostró escenas de la vida cotidiana para ilustrar estas situaciones y el uso que hacemos de distintos espacios públicos. A partir de estas imágenes, propuso reflexionar sobre aspectos como la priorización de los vehículos sobre las personas en la planificación urbana o la necesidad de mejorar el diseño del espacio público, en particular las aceras como elemento fundamental para favorecer la movilidad y la relación entre personas.
Las imágenes de su exposición invitaron a pensar el importante papel que tienen múltiples elementos urbanos, como la vegetación, la elección de pavimentos seguros, la disponibilidad de bancos para sentarse y descansar, de fuentes para beber agua o de baños públicos. En todas ellas se pudo apreciar cómo interacciona el entorno con las necesidades diversas de quienes habitamos las ciudades: jóvenes, mayores, personas con discapacidad, etc. en nuestra vida cotidiana.
Accesibilidad cognitiva en el espacio público
La tercera ponencia de este webinar corrió a cargo de Elisa Pozo Menéndez, doctora arquitecta, autora de la tesis doctoral con mención internacional “La ciudad para personas con demencia: metodología para integrar el diseño y la calidad de vida en las ciudades europeas”. Máster en Ciudades Sostenibles y en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática. Es coautora de la Guía para planificar ciudades saludables, publicada por el Ministerio de Sanidad y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), así como de artículos científicos, capítulos de libros y ponencias en conferencias y congresos a nivel nacional e internacional.
Su trabajo en Matia Instituto se centra en el acompañamiento para la transformación de los entornos residenciales para crear espacios inclusivos hogareños que promocionen la calidad de vida y una mayor interacción y participación.
Elisa Pozo abogó por una “mirada más integral” en la planificación de las ciudades por y para las personas y cómo se relaciona dicha planificación aspectos como la salud y el bienestar, la sostenibilidad, la inclusión social, la cohesión y la participación. Pozo recordó que “el 80 % de los factores que influyen en la salud y el bienestar tienen que ver con el entorno en el que vivimos”.
En su opinión, es necesario dar un paso más en materia de accesibilidad y contemplar la salud mental, enfermedades neurodegenerativas, trastornos de comportamiento, deterioro cognitivo… desde “un enfoque de prevención” en el diseño urbanístico, porque el entorno puede retrasar y atenuar cierta sintomatología y favorecer la interacción entre personas diferentes, una interacción que en sí misma, contribuye a prevenir problemas de salud mental y de aislamiento.
Con una mirada inclusiva y multidisciplinar, destacó Elisa Pozo, es posible coordinar los distintos departamentos que trabajan en el área de urbanismo para crear ciudades seguras, sostenibles y que favorezcan entornos de proximidad que favorezcan los cuidados cotidianos que necesitamos todas las personas, con distinto grado de intensidad, a lo largo de la vida.
Aquí el vídeo de la sesión.
Puedes descargar las dos presentaciones que nos compartieron aquí abajo.